Siendo su cuarto single del año -el único sin lado B-, Galean apuesta por algo menos acústico pero igual de relajado que sus anteriores lanzamientos.
Una sutil guitarra dicta la estructura y onda principal de “Nuestros dragones” de Galean; algo con una cierta textura de nube que flota en alguna fantasía. El apartado musical es el que da paso a estas sensaciones, sin ser muy rebuscado encuentra lo que busca y es acompañado por una letra difusa que encuentra su sentido en las imágenes que presenta.
Estas texturas nombradas son construidas por ese ritmo lento y suave que es acompañado por instrumentos muy limpios, liderados por la guitarra que es la que sostiene al tema. Se pueden rastrear, por el apartado musical, influencias del lo-fi por esos teclados super oníricos y filtrados; del jazz por los elementos que emplea la batería e, incluso, por un momento -en el que la canción encuentra su pico instrumental- se ve algo de un rock medio pesado que contribuye a la sensación de estar flotando porque nos hace sumergirnos de lleno en esta idea.
En cuanto al apartado lirico, hay una clara búsqueda por crear imágenes para que cada uno arme su propio relato en la cabeza pero que, claramente, evoca al amor y a una situación romántica. Escapa de cualquier cosa concreta y se concentra en presentarnos estos elementos sueltos que logran complementarse muy bien con el apartado musical con el cual resuelve en un todo que encuentra lo que busca en todos sus aspectos.
Galean en “Nuestros dragones” logra encontrar la versatilidad que su próximo nuevo disco precisa para generar expectativa y prepararnos para lo nuevo que este artista promete.
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