El primer lanzamiento del año de Michi incorpora sonidos del orden fantástico en conjunción con Ezequiel Kronenberg y Nicolás Btesh.
Para su tercer disco, la cantante y compositora Mariana Michi se reunió con Ezequiel Kronenberg y Nicolás Btesh para revelar y descubrir una nueva sonoridad desde la amistad: “Admiración”. Este material llega como anticipo del sucesor de Hijo de campeones, su último trabajo lanzado en el 2021.
Una secuencia de acordes in crescendo se nos presenta y ofrece, sin metáfora alguna, la aproximación de la canción. Luego se incorporaran sonidos del orden fantástico si se quiere, los cuales aplican una especie de colchón de misterio al concepto. El aire se condensa como en un efecto suspenso, como cuando hay una suerte de revelación, de acontecimiento que se enlaza retrospectivo como detalles de algo pasado, como cuando en las películas se constituye esa figura de deja vu, de premonición. Todo se amalgama, todo confluye detrás de la voz y la poética de Mariana que, parece por momentos establecer una conversación interior.
Hay en la lírica un punto de fuga que determina tanto la brevedad de lo dicho como su huella. Se va relatando una circunstancia personal que se reverbera entre intangibles esotéricos, silogismos y revelaciones como “Cuando era un poeta / no sabía que lo fuera“. En esa transición de ideas que se arremolina en búsqueda de certeza, se incorpora un piano palpitante que en el fondo actúa en pos de posibilitar una invocación. En palabras de Ezequiel Kronenberg, quien expresó mediante redes: “Estábamos haciendo algo entre los tres, que el filo y el romanticismo podían convivir.” Por lo que son visibles los elementos de lo romántico, de la ternura pero así también lo es el filo propio del lenguaje, de la expresión que muchas veces no se dimensiona e incluso desborda los mensajes que uno busca dar.
Este es apenas un anticipo de un trabajo en donde “la intención fue siempre disfrutar de estar juntos haciendo música que nos emocione, y así borrarnos los límites”, según dijo Nicolás Btesh en su perfil de Instagram. Y es cierto, hay un poco de eso a medida que se reproduce la canción. Siendo la admiración un sentir, una emoción formidable y que es muy difícil de conceptualizar, es como quien dice, de esos sentires líquidos que se adopta diversas formas como también descubre su sustantividad. Mientras que el borrar límites quizás sea algo propio de la música y en “Admiración” podemos apreciarlo de una forma inocua.